Perfiles de paciente
Se han definido cuatro perfiles en función de los resultados de un estudio etnográfico* llevado a cabo en 2020, que sugiere una relación entre la actitud del paciente y la progresión de la enfermedad.
Se han definido cuatro perfiles en función de los resultados de un estudio etnográfico* llevado a cabo en 2020, que sugiere una relación entre la actitud del paciente y la progresión de la enfermedad.
*Perfiles de pacientes ficticios
Para el manejo de la EPOC, es muy importante evitar el sedentarismo y, dentro de las posibilidades de cada paciente, realizar ejercicio físico a diario1.
La actividad física reduce la aparición y la gravedad de las exacerbaciones, así como el número de ingresos hospitalarios debidos a esta causa2.
La rehabilitación pulmonar ayuda a los pacientes a mejorar su calidad de vida, es muy recomendable hacerla ya que aumenta la capacidad de realizar actividad física y contribuye a disminuir la disnea1.
¿En qué consiste? Se trata de una fisioterapia respiratoria, con ejercicios que ayudan a expulsar la mucosidad acumulada: por tanto, facilita la entrada y salida de aire de los pulmones. La función respiratoria mejora en general: disminuye la disnea, también el cansancio, por tanto, el paciente puede incrementar su actividad física; al ser capaz de realizar más ejercicio la calidad de vida es mayor puesto que el ejercicio ayuda a mejorar los síntomas3.
Por tanto, la realización de ejercicio físico también forma parte, aunque sea de forma indirecta, de la rehabilitación pulmonar, porque además de contribuir a mejorar la disnea y el paciente tendrá más fuerza muscular, incluyendo la que atañe a la respiración4.
Además de mejorar el estado general de salud, y la tolerancia al esfuerzo físico, la rehabilitación pulmonar reduce el número de hospitalizaciones en los pacientes que han sufrido exacerbaciones5.
La OMS la define como el grado en que el comportamiento de una persona (seguimiento de los tratamientos, alimentación adecuada y modificación del estilo de vida) se corresponde con las recomendaciones del profesional sanitario1.
La EPOC presenta una baja adherencia al tratamiento, lo que provoca un aumento de las exacerbaciones, del número de hospitalizaciones y de la mortalidad1.
Para mejorar la adherencia al tratamiento, es importante que el paciente entienda bien en qué consiste la EPOC, cómo va a ser su posible evolución y que aprenda a manejar las diferentes situaciones que se le pueden presentar. Además, el compartir todo este conocimiento y hacer consciente al entorno familiar sobre la importancia de seguir las recomendaciones del médico, puede contribuir a aumentar la adherencia 5,6.
En ocasiones, convivir con la EPOC puede provocar episodios de ansiedad e incluso depresión, sobre todo en pacientes jóvenes, mujeres, enfermos con problemas cardiovasculares y/o fumadores5.
De entre todos los síntomas de la EPOC, el que está más relacionado con la aparición de ansiedad y depresión es la disnea: debido a su efecto limitante para realizar las tareas cotidianas, puede llevar a restringir actividades y ocasionar el aislamiento del paciente7.
Para manejar la ansiedad, es muy recomendable la práctica de actividades como mindfulness, yoga y técnicas de relajación: estos ejercicios, además de ayudar con los síntomas psicológicos, resultan beneficiosos para la función pulmonar, ayudando a disminuir la disnea y el cansancio y aumentando la fortaleza física.
La realización de actividad física a diario tiene un efecto muy beneficioso en los casos de depresión5.
Es muy habitual que los pacientes con EPOC presenten un estado nutricional deficiente. De hecho, entre el 10% y el 45% de los pacientes con EPOC presentan desnutrición, pudiendo aumentar este porcentaje al 63% en el caso de pacientes que estén llevando a cabo un programa de rehabilitación pulmonar8.
La pérdida de peso y la desnutrición tienen como consecuencia un empeoramiento de los síntomas de la EPOC, y una debilitación del sistema inmune1.
Cuando mejora el estado nutricional se logra un efecto positivo en la fuerza de los músculos que intervienen en la respiración, con lo que los síntomas mejoran; el paciente puede realizar ejercicio, lo que le hará sentir mejor, redundando todos estos aspectos en una mejor calidad de vida8
Existen una serie de recomendaciones para mejorar el estado nutricional en caso de desnutrición1
Hacer 5 comidas al día: desayuno, media mañana, comida, merienda y cena. Es importante comer despacio y masticar muy bien
5 piezas de fruta / verdura al día son una buena fuente de vitaminas y minerales
Pescado: se recomienda consumirlo de 2 a 3 veces a la semana, preferiblemente pescado azul (sardina, boquerón, bonito, caballa, salmón), más rico en proteínas, vitaminas, minerales y ácidos grasos omega-3
Disminuir el consumo de grasa animal (mantequillas, mantecas) Usar mejor aceite de oliva, y si es posible, virgen
La temperatura de los alimentos no debe ser ni muy fría ni muy caliente, ya que las temperaturas extremas pueden producir tos, o sensación de ahogo
Se debe ingerir abundante líquido, preferentemente agua (aproximadamente 1,5-2,5 litros al día)
Unas buenas pautas de alimentación, unidas a los ejercicios de rehabilitación pulmonar, son muy importantes para mejorar la calidad de vida9
En algunos pacientes, el problema no es el bajo peso sino la obesidad, que puede limitar la realización de actividad física, además de agravar la disnea. En estos casos, es importante ponerse en manos de un profesional para recibir asesoramiento acerca de la mejor forma de perder peso1.
ES-13506 mayo 2021
Referencias:
1. Grupo de Trabajo de GesEPOC. “Guía de Práctica Clínica para el Diagnóstico y Tratamiento de Pacientes con Enfermedad Pulmonar Obstructiva Crónica (EPOC)- Guía Española de
la EPOC (GesEPOC). Versión 2017”. Archivos de Bronconeumología 53, nº1 (2017).
2. De Abajo Larriba AB et al, “Estimación de actividades preventivas en pacientes con enfermedad pulmonar obstructiva crónica. Estudio ADEPOCLE”. Nutrición Hospitalaria 33, nº 5
(2016):585. doi: 10.20960/nh.585.
3. Blánquez Moreno C et al. “Efectividad de un programa educativo de rehabilitación respiratoria en atención primaria para mejorar la calidad de vida, la sintomatología y el riesgo
clínico de los pacientes con enfermedad pulmonar obstructiva crónica” Atención Primaria.50 nº 9 (2018):539-546. doi: 10.1016/j.aprim.2017.03.019.
4. Garvey C, et al. “Pulmonary Rehabilitation Exercise Prescription in Chronic Obstructive Pulmonary Disease: Review of Selected Guidelines: an official statement from the American
Association of Cardiovascular and Pulmonary Rehabilitation”. Journal of Cardiopulmonary Rehabilitation and Prevention 36 (2016):75-83. doi:
10.1097/HCR.0000000000000171
5. Global Initiative for the Diagnosis, Management, and Prevention of Chronic Obstructive Lung Disease – Report 2021 GOLD-REPORT-2021-v1.0-16Nov20_WMV.pdf (goldcopd.org)
6. López-Campos JL et al. “Status of and strategies for improving adherence to COPD treatment”. International Journal of Chronic Obstructive Pulmonary Disease 14 (2019):
1503-1515. doi: 10.2147/COPD.S170848
7. Costa X et al.”Vivir con la enfermedad pulmonar obstructiva crónica avanzada: el impacto de la disnea en los pacientes y cuidadores”. Atención Primaria 48 nº 10 (2016):665-673.
doi: 10.1016/j.aprim.2016.02.008.
8. Benito Martínez MDP et al. “Estado nutricional y funcional en pacientes con enfermedad pulmonar obstructiva crónica: efectos de la suplementación nutricional oral (estudio ofos)”.
Nutrición Hospitalaria 34 nº 4 (2017):776-783. doi: 10.20960/nh.748
9. Cantón-Blanco A. “Recuperación funcional del paciente cardiorrespiratorio” Nutrición Hospitalaria 36 nº 2 (2019):38-43. doi: 10.20960/nh.02679.