RICARDO
Historia personal de Ricardo
Ricardo fue diagnosticado de cáncer de pulmón a la edad de 44 años, en 2004. En la actualidad es un superviviente de 11 años. Vive con su pareja en Stamford, Connecticut.
Mis consejos son dos. Primero: tómate las cosas día a día. Y segundo: convéncete de que el cáncer de pulmón no tiene por qué ser una sentencia de muerte. Quizás todavía no se pueda curar, pero lo que está claro es que es tratable. Sé optimista y piensa en las oportunidades que nos brinda el futuro y las posibilidades de vivir una vida larga y plena.
Estas son las experiencias, ideas y puntos de vista de cada persona concreta que se presenta aquí. Tu propia situación puede ser distinta, y esas ideas pueden no ser adecuadas para ti.
LA TRAYECTORIA, PERSPECTIVA Y EMOCIONES DE RICARDO CON EL CÁNCER
- Diagnosticado de cáncer de pulmón no microcítico en estadio I en 2004
- Neumonectomía en 2004
- Múltiples intervenciones quirúrgicas y radioterapia para tratar los tumores localizados en el cerebro y en el pulmón (2006 – 2014)
- Múltiples terapias dirigidas (2007 – 2014)
Cuando me diagnosticaron
No sabía qué hacer con aquella noticia. No estaba enfadado ni atemorizado. Cuando pasas por estas situaciones es muy importante que alguien hable por ti ya que, de hecho, mentalmente yo no podía hacer nada. Todo me entraba por una oreja y me salía por la otra. La enfermedad fue totalmente inesperada.
En la actualidad soy miembro de la junta de una asociación de cáncer. Nunca me imaginé a mí mismo siendo un defensor de las personas con cáncer de pulmón, pero realmente siento que tengo que ser una voz. Tiene que haber gente que pueda hablar a favor de los pacientes con cáncer de pulmón y dar esperanza a otros.
La mayoría de la gente cree que el cáncer de pulmón es una sentencia de muerte, así que el hecho de oír a alguien diciendo que ha sobrevivido durante 11 años les hace sentir muy bien.
Mi recomendación
Ten esperanza, afronta los días uno a uno. No te creas todo lo que leas en internet. Busca los médicos y los hospitales en quienes puedas confiar. Fórmate sobre la enfermedad para contar con las mayores posibilidades.
Veo mi propia vida como una combinación de biología, química, aprovechamiento del momento justo y buena suerte.
Emociones
Soy un tipo de persona que ve el vaso medio lleno, y por eso no me dejo hundir. A veces la situación es frustrante, como cuando no te encuentras bien.
Por otro lado, algunas veces me lo tomo a broma, ¡aunque tengo que tener cuidado con lo lejos que llevo las bromas! Creo que es importante incorporar un poco de humor al cáncer, pues de ese modo todo el mundo se siente un poco mejor respecto a él.No quiero gente que se preocupe por mí o que me tenga compasión. La vida que llevo es muy buena.
En la vida es importante tener amigos íntimos con los que ser uno mismo, especialmente cuando se pasa una enfermedad como esta.
La perspectiva de Ricardo
Cuando me diagnosticaron, me habría aterrorizado si hubiese sabido demasiado. Creo que ignorar algunas cosas probablemente fue positivo. Posteriormente me puse en contacto con organizaciones de defensa de los pacientes para conseguir ayuda y consejo. Tengo la impresión de que pasé todo el proceso muy bien, gracias a mis médicos, mi equipo de apoyo, mi familia y mis amigos.
Siempre pienso que he vivido la vida al máximo. Esto probablemente se ve un poco acentuado, incrementado, por tener que lidiar con una enfermedad terminal. Los cambios en positivo más grandes son las relaciones con esas personas. Son increíbles.
Creo que, tanto en lo bueno como en lo malo, lo que tiene que suceder sucede. No me arrepiento de nada, no cambiaría nada. Soy extraordinariamente afortunado.
AMIGOS Y FAMILIA
Mi diagnóstico ha cambiado mi relación con todas las personas de mi vida.
Tengo amigos que ahora me llaman cada día. Mi diagnóstico, y el hecho de vivir con el cáncer, es más duro para mis amigos y mi familia que para mí. Ellos solo pueden observarme sin poder hacer nada.
Debido a mi enfermedad estamos mucho más unidos, pero todos vivimos entre un escáner y el siguiente.
No cambiaría mi vida por la de nadie. Ya sé que esto parece una locura, pero esos vínculos son tan importantes para mí que transportan mi vida a otro nivel distinto.